La ciudadanía por definición es una condición de una persona por la que esta es validada como miembro de un territorio, nación y país. Como hemos apuntado más arriba, la ciudadanía implica una serie de derechos y de deberes, como los siguientes: Conocer las leyes que regulan el sistema político de la nación.

Ser ciudadano es tener desarrollado el sentido de identidad y pertenencia en el lugar donde se interactúa socialmente en el hábitat donde se desenvuelven los individuos con responsabilidad, derechos y obligaciones.

Este concepto más extenso de ciudadano y ciudadanía ofrece un posible nuevo modelo para analizar cómo vivimos juntos. Se trata, por tanto, de traspasar los límites de la noción de «Estado-nación» y de adoptar la de comunidad, que engloba el marco local, nacional, regional e internacional en el que viven las personas.