Hoy, 1 de diciembre, se conmemora el Día Internacional de la Acción contra el Sida, y en Ciempozuelos queremos aprovechar esta fecha para recordar la importancia de la protección ante la infección del VIH y que si estás infectado debes proteger a los demás del contagio.
Entendemos que la información es un elemento imprescindible para la prevención y, por eso, queremos recordarte que…:
VIH / SIDA
SIDA significa Síndrome (conjunto de manifestaciones, síntomas y signos que caracterizan una enfermedad) de Inmunodeficiencia (Inmuno: sistema inmunitario, Deficiencia: falta, ausencia) Adquirida (no es hereditaria, sino causada por un virus).
El Sida es una enfermedad debida a la desestructuración/destrucción progresiva del sistema inmunitario provocada por un virus llamado VIH (Virus de la Inmunodeficiencia Humana). Este virus ataca el sistema inmunitario, que es el método de defensa del organismo contra las agresiones externas de virus, bacterias, hongos microscópicos y parásitos.
El sistema inmunitario actúa en todo el organismo gracias a los linfocitos. Una variedad de estos, los T4, dirigen las operaciones de defensa, jugando un papel de capital importancia. La destrucción de este sistema inmunitario expone a la persona a infecciones y tumores. El VIH ataca principalmente a los linfocitos T4, paralizando el sistema inmunitario antes de que este haya tenido la posibilidad de organizar sus defensas.
El ciclo del virus:
El VIH no puede vivir de forma independiente, debe hacerlo dentro de una célula. La particularidad de este virus es que invade y destruye los linfocitos T4 principalmente, que son los que dirigen la respuesta inmune, coordinando el resto de las células que intervienen en el organismo. Una vez ha atacado, el virus puede evolucionar de dos formas:
1.-puede quedar dormido, la célula T4 infectada continúa viviendo normalmente. La infección persiste sin que la persona presente síntomas. Las células T4 infectadas de esta persona pueden transmitirse a otras personas e infectarlas.
2.- La otra forma de evolución es volverse activo y reproducirse en la célula, la cual explota liberando un gran número de virus que infectarán otros T4. Cuando una cantidad importante de células T4 han sido destruidas a consecuencia de la infección por el virus, las defensas se encuentran debilitadas. El riesgo de una infección oportunista es entonces muy elevado.
¿Cómo se transmite el virus del Sida?
La infección sólo se puede producir cuando una cantidad suficiente de virus, que se encuentra en la sangre, el semen, las secreciones vaginales y la leche materna de las personas afectadas, penetra en la sangre a través de heridas, pinchazos, lesiones en la piel, en la mucosa vaginal, en la mucosa anal o en la mucosa bucal. El VIH sobrevive poco tiempo fuera del organismo, por eso ha de penetrar en el torrente sanguíneo de la persona expuesta. Además, esta transmisión necesita una cantidad mínima de virus (umbral) para provocar la infección. Por debajo de este umbral, el organismo consigue liberarse del virus y le impide instalarse.
¿Cuales son las vías de transmisión?
El VIH está presente en todos los fluidos tanto internos como externos de la persona infectada, pero solamente algunos de ellos tienen capacidad infectante. Para que se produzca infección se necesita una cantidad mínima de virus o “cantidad lindar”. Es decir, solamente algunos de estos fluidos tienen esta cantidad suficiente o están por encima del “umbral”, necesario para producir la infección. Por debajo de este “umbral” el organismo consigue liberarse del virus.
a) Vía sanguínea:
El hecho de compartir agujas u otros instrumentos que tienen contacto directo con la sangre de una persona infectada, como en el uso de drogas inyectadas, comporta un riesgo elevado de infección: cuando se produce un pinchazo o corte con un objeto que contenga restos de sangre de una persona infectada, este contacto puede suponer un riesgo de infección. Si estos objetos han sido desinfectados o esterilizados correctamente, no suponen ningún riesgo de infección.
Es recomendable no compartir objetos personales que puedan implicar un contacto con la sangre, como el cepillo de dientes, o las hojas de afeitar.
Todas las donaciones de sangre en los países desarrollados son objeto de control sanitario y, por tanto, el riesgo de infección en una transfusión es ya prácticamente inexistente.
Las donaciones de órganos en el caso de los transplantes y de esperma en el de la inseminación artificial, también son controlados actualmente.
b) Vía sexual:
El semen y los fluidos vaginales son otros fluidos que transmiten la infección por el VIH.
De las diferentes formas de relación sexual, no todas tienen el mismo riesgo:
– La penetración anal o vaginal sin preservativo comporta un riesgo elevado de infección, tanto para quien realiza la penetración como para quien es penetrado/a. La “marcha atrás” no evita el riesgo de infección ya que este se puede producir durante la penetración mediante las pequeñas heridas que puede comportar.
– En las relaciones orales con los órganos genitales el riesgo de infección existe si se mantiene en la boca o se traga semen o flujo vaginal, ya que si se tienen heridas en la mucosa de la boca o la faringe se puede producir una infección. Se ha de tener en cuenta que en la faringe, la garganta, hay una gran presencia de linfocitos, y es fácil que se produzca una infección. El riesgo real es principalmente para las personas que realizan las prácticas, los que realizan la felación o el cunnilingus.
– Otras prácticas sexuales (besos, masturbación mutua, caricias…) no tienen riesgo de infección.
Si se tienen infecciones de transmisión sexual, aumenta la posibilidad de infección por el VIH.
¿Cómo se detecta el virus del Sida?
Puede detectarse mediante el análisis de una muestra de sangre o saliva.
La prueba de detección se realiza mediante el test E.L.I.S.A., método que detecta los anticuerpos producidos por el organismo como reacción a la presencia del virus.
Un resultado negativo nos indica que la persona es seronegativa, y por tanto no es portadora de los anticuerpos anti-VIH.
Un resultado positivo no es suficiente para definir a la persona como seropositiva, hay que hacer otras verificaciones para eliminar cualquier posibilidad de error.
Esta prueba más específica se llama Western Blot y un resultado positivo tras esta prueba (que se realiza sobre la misma muestra de sangre) nos indica que la persona es seropositiva. Un resultado negativo nos indica que la persona es seronegativa.
En algunas ONGs, como Stop Sida, se realiza el test Combo, que además de la prueba Elisa, incluye también la detección de una parte del VIH: el antígeno P24.
En caso de tener el VIH, esta prueba permite detectar su presencia a partir de las dos semanas de la práctica de riesgo.
En el caso de que el resultado sea negativo, y para que este sea concluyente, se ha de repetir la prueba una vez hayan pasado tres meses desde la práctica de riesgo.
¿Qué significa ser seropositiv@?
Un resultado positivo no significa que la persona tenga el Sida, sino que la persona es portadora del virus y lo puede transmitir por la sangre o las secreciones sexuales. Esta persona puede tomar las precauciones necesarias para disminuir el riesgo de evolución hacia Sida y para evitar exponer a otras personas al virus.
¿Qué pasa cuando una persona es seropositiva y cuál puede ser su evolución?
Podemos considerar varias fases que pueden presentarse después de la infección por VIH:
– Primoinfección: las personas infectadas comienzan a fabricar anticuerpos anti-VIH que podrán detectarse con la prueba serológica. Las personas son, entonces, seropositivas.
– Evolución: en una segunda fase de la infección, de 6 meses a 10 años o más, pueden aparecer manifestaciones clínicas en algunas personas y evolucionar hacia Sida (forma grave de la infección por VIH), mientras otras pueden mantenerse sin síntomas.
Las personas que tienen un bajo porcentaje de linfocitos T4 corren un riesgo elevado de evolucionar hacia Sida.
SIDA y tratamiento
Las personas que desarrollen Sida, debido a que el sistema inmunitario está fuertemente deteriorado, pueden presentar las siguientes manifestaciones:
• Infecciones oportunistas
• Algunos cánceres (linfomas y sarcoma de kaposi)
• Otras: afecciones neurológicas, síndrome de adelgazamiento, etc.
Tratamiento de la infección por VIH y el Sida
Los tratamientos específicos contra el virus del Sida se denominan Tratamientos Antirretorvirales. Estos tratan de evitar la reproducción del virus dentro de las células infectadas. En el proceso de reproducción del virus en el interior de la célula intervienen 3 enzimas: la Transcriptasa Inversa (que a su vez se divide en análoga y no análoga), la Integrasa y la Proteasa. La acción de las sustancias antirretrovirales consiste en dificultar o impedir la acción de estos enzimas.
Hoy en día, la combinación de dos o tres tipos de sustancias que bloqueen dos o tres enzimas o bien un mismo enzima de dos formas diferentes, puede permitir parar la reproducción del virus en la célula infectada.
Es lo que se llama la Terapia Combinada: actualmente las combinaciones de medicamentos causan un impacto que hace bajar el valor de la carga viral hasta un 99% (mil veces menos de virus en la sangre de los que se tenían al comenzar el tratamiento). Esto permite a muchas personas comenzar una recuperación inmunológica lenta pero constante y librarse de los efectos o riesgos de sufrir infecciones oportunistas, aunque de momento no consiguen erradicar el virus del todo.
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