El entierro de la Sardina puso ayer punto y final a los actos del carnaval de Ciempozuelos. Como viene siendo habitual en los últimos años, la comitiva fúnebre salió en procesión de la Plaza de la constitución y se dirigió hasta la explanada del Pabellón Municipal de Deportes, al ritmo de la música que tocó la banda del hogar del jubilado durante todo el trayecto.

Una vez allí, por cortesía del Ayuntamiento, se invitó a limonada y a sardinas, siendo estas últimas repartidas por la Alcaldesa, Mª Ángeles Herrera, la Concejal de Obras, Personal, Régimen Interior y Servicios, Azucena Díaz, y el Concejal de Servicios Sociales, Deportes, Festejos y Comunicación, Héctor Añover, a todos los vecinos de Ciempozuelos. El acto terminó con la quema simbólica de una sardina con la que se quiso representar la marcha de los aspectos más negativos de la vida.

Los carnavales de este año han estado marcados por buena afluencia de público a las actividades realizadas, donde la nota predominante fue la alegría y el buen humor.